Control de acceso: gestión segura del número máximo de personas en los espacios

Sistema de puerta automático en el centro comercial Akbati en Estambul, Turquía © Tarık Kaan Muşlu / GEZE GmbH

El control de flujo de personas y los conceptos de separación de personas en los edificios públicos siempre han jugado un papel importante para los operadores. La pandemia de coronavirus ha centrado la atención cada vez más en estas consideraciones, dado que el control de flujo de personas implica analizar el número de clientes y las rutas que toman, y dirigirlas y controlarlas en consecuencia. El control de flujo gestiona el acceso a los edificios, incluso con un número de personas alto. Esto se suele lograr con el uso de instalaciones de acceso individual de personas, como torniquetes o puertas giratorias. La tarea principal de las instalaciones de acceso individual de personas es garantizar que solo las personas autorizadas puedan entrar en un edificio o estancias bajo control y de forma segura.

Ralentización para una mejor experiencia de compra

Los conceptos para el control y la separación del flujo de personas pretenden dar espacio a los clientes o visitantes: por ejemplo, las puertas giratorias en las entradas a los aeropuertos, tiendas o centros comerciales ralentizan el acceso, lo que garantiza un flujo continuo de visitantes. Si muchas personas entran en el centro comercial al mismo tiempo, por ejemplo, habría atascos regulares, lo que afectaría a la experiencia de compra de los clientes. En este caso, la instalación de acceso individual de personas permite a cada cliente entrar en el espacio individualmente, no rodeado de otras personas, dándoles así una mejor visión general de las tiendas que se ofrecen. Estos sistemas a menudo se combinan con el recuento de personas, pero sobre todo se utilizan únicamente por razones estadísticas para optimizar el flujo de clientes. Lo siguiente es de interés para los minoristas: ¿Cuántos clientes entran en la tienda y a qué hora? ¿Qué rutas toman mis clientes y a qué hora? Sin embargo, muchos de estos sistemas no ofrecen actualmente un control de acceso cerrando automáticamente las puertas cuando se ha alcanzado un número específico de personas.

¿Se permite la entrada? La autorización se comprueba mediante el control tradicional de admisión

Todos estamos familiarizados con el caballero amable en la recepción, el elegante recepcionista de la ópera o el portero de discoteca musculoso. A veces, el control de admisión sigue siendo un puro trabajo manual. Dado que se trata principalmente de un privilegio o un servicio, el acceso solo a personas autorizadas debe estar garantizado. En un contexto más amplio, el control de la autorización se realiza de modo creciente mediante sistemas de control de acceso digital, como en las entradas a los estadios o en los aeropuertos. La gestión específica del acceso para mantener una distancia entre las personas o limitar el número a un recuento de empleados definido para prevenir la infección por virus, por ejemplo, no era tan importante en el pasado. El objetivo primordial consiste en controlar la autorización de acceso de forma segura y rápida. Las puertas se abren solo después de un registro exitoso.

Combinación de control y autorización: una nueva necesidad fomenta la creatividad

Para regular el número de personas en la tienda o en el centro comercial, muchos minoristas utilizan elementos de control de acceso clásicos. A menudo, el personal adicional en las entradas cuenta cuántas personas están en un edificio. Si un cliente sale de la tienda, se permite que otro entre en el espacio, en general, una tarea que consume mucho tiempo y que puede ser causa de errores. Otros operadores de tiendas utilizan un número limitado de carritos de compras o cestas para regular el número de personas. Como alternativa, se basan en sistemas de semáforos autoconstruidos que muestran si la entrada al establecimiento está permitida actualmente.